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Desde el 2014, el Centro de la Imagen es el socio en el Perú de la Fondation pour le Développement Durable des Régions de Montagne (FDDM) de Suiza para desarrollar en conjunto el programa Arte Sostenible de Montaña (SMArt, por sus siglas en inglés). Dedicado a promover, a través de las artes visuales, la conciencia acerca de los retos que enfrentan los medios ambientes de montaña (como el cambio climático, el manejo del agua, la migración y la seguridad alimentaria), el programa ha organizado ya tres residencias artísticas en Suiza para artistas peruanos, una primera en la etapa piloto del programa en 2014, y luego, consecutivamente, en 2016 y 2017.
Ahora que está abierta la cuarta convocatoria a la residencia SMArt (datos para postular aquí), conversamos con los artistas ganadores de las convocatorias anteriores: Luana Letts, Alejandro León Cannock y Sharon Castellanos, para que nos dieran sus impresiones acerca de su estadía en Suiza, la residencia y otros detalles del programa.
“Para empezar, nunca se me pasó por la cabeza ir a Suiza, así que esos tres meses estuvieron llenos de sorpresas”, cuenta Luana Letts, ganadora de la primera convocatoria. “Si a eso le sumas que llegué a alojarme a un castillo, fue todo surreal. Todo estuvo perfectamente organizado, la gente que me recibió fue muy amable y estuvo siempre dispuesta a colaborar en todo lo que necesitara, desde lo cotidiano hasta lo laboral”.
Si bien era de esperarse que en el país de los relojes todo marchara con precisión y perfección, es un detalle que los otros dos ganadores de la residencia SMArt no dejan de subrayar. Para Alejandro León Cannock, ganador de la segunda convocatoria, “De todas las residencias o programas de esta naturaleza en los que he participado, SMArt ha sido la mejor. En términos de financiamiento, logística, comunicación, todo funcionaba muy bien. Mejor acogido uno no puede estar. Y Suiza es un país lindo, donde todo funciona, así que la experiencia en ese sentido es muy cómoda y acogedora”.
Por su parte, Sharon Castellanos, quien realizó la residencia el año pasado, coincide: “El equipo de la FDDM te recibe en un ambiente cálido, abierto a las diversas propuestas visuales y, sobre todo, presto a proporcionarte todas las herramientas, contactos, entrevistas y todo el soporte que necesites durante la fase de investigación, el desarrollo del proyecto y la producción de la exposición final”.
Como se desprende de las palabras de Sharon, los tres meses de residencia están enfocados en la realización de un proyecto visual (fotográfico o en video) que aborde alguno de los aspectos de los retos que enfrentan los medios ambientes de montaña, a partir de la experiencia del artista con estos temas y su encuentro con la realidad suiza. Al final de ese período, la FDDM organiza una exposición del proyecto del artista en residencia en Suiza, la misma que, desde 2016, se presenta también el la galería El Ojo Ajeno del Centro de la Imagen una vez que el artista ha regresado a nuestro país.
Pero volvamos a Suiza y sus paisajes alpinos, que son la materia de inspiración para el programa y los temas que el o la artista en residencia debe desarrollar. Para Sharon, “la residencia de tres meses en una villa rodeada por los Alpes suizos ha sido una experiencia inspiradora en todo sentido, que confirmó mi afinidad con las montañas y me permitió no solo aprender y tomar mayor conciencia sobre los desafíos de su región y repensar la situación de la nuestra, sino también tener la oportunidad de pasar una temporada fuera y conocer otras costumbres”.
Esa afinidad de la que habla Sharon es un aspecto importante a tener en cuenta como parte de la experiencia. Y es que lo que se espera es que el trabajo de los artistas se ciña a la agenda de temas de la FDDM, algo que para algunos podría no ser una prioridad, pero que para alguien como Alejandro, resultó un interesante acicate creativo. “A mí, particularmente, me ayuda muchísimo trabajar con ciertos lineamientos, porque mi cabeza tiende a irse por todas partes y se me hace muy difícil agarrar foco”, explica Alejandro. “Entonces el cambio climático, el problema del agua, etc., que eran las líneas de trabajo de la fundación, fueron los temas del proyecto me permitió rápidamente saber hacia dónde tenía que ir y trabajar sin ansiedad. Creo que es enriquecedor tener que abordar un tema como esos, porque termina convirtiéndose en un reto”.
En el centro de todo el programa, por supuesto, está la convicción, compartida por la FDDM y el Centro de la Imagen, de que las artes visuales pueden ser un excelente vehículo para crear consciencia acerca de temas que nos atañen a todos pero que no están en la agenda de los medios de comunicación y, a veces, ni siquiera de los gobiernos.
“Pienso que es ejemplar que una entidad que no tiene nada que ver con la producción artística, busque en esta última una herramienta de comunicación”, explica Luana. “Resulta un lenguaje alternativo que se suma desde un ángulo distinto a transmitir las preocupaciones y retos de esta entidad, además de que articula visiones y experiencias de artistas que pertenecen a entornos similares y que enfrentan las mismas problemáticas, lo que le da al programa una visión global”.
Alejandro coincide: “En principio y en abstracto, yo siempre tengo la idea de que sí, efectivamente, el arte tiene, puede tener o debe tener una función social más allá de la meramente estética. Y que puede generar impactos políticos en una comunidad. Pero ya en el terreno de lo concreto, muchas veces me pregunto si es una herramienta verdaderamente efectiva. Y no lo sé, pero la gente de SMArt, como institución no artística vinculada a estos temas, está muy contenta con el impacto que tienen en los medios y en cuanto a gente que va a las exposiciones. Creo que para ellos es claro que, a través del arte, llegan a un público al que de otro modo no llegarían”.
La colaboración entre la FDDM y el Centro de la Imagen continúa. Este mes de marzo se presentará Symbiosen, la exposición que Sharon Castellanos presentó en Suiza y en la galería El Ojo Ajeno, en el Icpna de Cusco. Y, claro, la convocatoria para la cuarta edición de la residencia, que esta vez se realizará en el cantón de Tesino y tendrá al Verzasca Foto Festival como marco, sigue abierta hasta el 15 de febrero. La información sobre la postulación la puedes encontrar aquí.
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