Jueves 08 de Junio 2017

Experimentando con la animación y la poesía

Por: Jessica Brenda Alva Piedra

Para el dibujante y artista visual Martín Aramburú, cada pausa entre hoja y hoja de dibujo, mientras trabaja en un proceso de animación tradicional, abre la puerta a que entre un poco de poesía. El trabajo de poner una hoja en blanco sobre otra, y volver a trazar con mínimas variaciones el dibujo original para dar la sensación de movimiento, da libertad al creador para dejar volar la imaginación y experimentar con la técnica.

Es esta una de las características que Aramburú destaca de la animación tradicional, arte al que se dedica hace más de 10 años. “A mí me interesa esa virtud del 2D, esa cualidad metamórfica que es importante explorar. Ese camino de infinitud y poesía es eso, perderte en la metamorfosis del dibujo”, comenta.

Esta propuesta de juego y libertad es la que aplicará en el Taller de Animación Experimental en 2D, que dictará desde el 13 de junio en el Centro de la Imagen. Allí, en cada clase Aramburú propone explorar el estilo y técnica de distintos animadores, y usarlos como referencia para explorar el uso de colores, tintas, rollos de papel y texturas diversas. 

"Lo que pasa con el 2D es que la gente que no imita el patrón occidental del dibujo de alguna forma renueva o inventa la técnica, crea un estilo", sostiene. De esta manera, destaca que el taller no es necesariamente abocado a "aprender" a dibujar al estilo clásico (llámese Disney). Ni mucho menos, destinado solo a personas con experiencia. Todo lo contrario: la idea es experimentar con el dibujo y las posibilidades que ofrece la hoja en blanco, y -muy importante también en la animación tradicional- jugar con las texturas que se usan al momento de armar una secuencia de animación.

"En el 2D puedes usar distintos colores, papeles y texturas. Puedes arrugar el papel y todo eso se va a notar. Y el producto final tiene una riqueza plástica que no tiene una animación digital", agrega.

Con formación en comunicación audiovisual en la PUCP, Martín Aramburú comenzó a explorar la animación de forma autodidacta, probando animar una secuencia de dibujos con una cámara Mini-DV. Luego, junto con un amigo, trabajaron en un videoclip animado para una banda musical, proyecto al que le dedicaron un año. "Estuvimos encerrados descubriendo cómo se hace animación. Al principio hicimos cosas muy torpes que ahora me hacen gracia, pero al final, así aprendimos. Me gustó tanto que decidí dedicarme a eso". tras dejar la universidad, viajó a Madrid donde especializó en Dibujo Animado (2D) y Stop Motion.

Tiempo después, y a la par de su trabajo personal, Aramburú comenzó a dictar talleres de animación tradicional en España, experiencia que le sirvió luego para fundar Psicopompo Perro Negro, asociación con la que ha viajado a distintos lugares del Perú dictando talleres gratuitos de animación tradicional a niños, en lugares con poco acceso a este tipo de experiencias. Así, los niños dibujan muñecos que luego serán articulados y que formarán parte de una animación cuadro por cuadro. "El resultado es inmediato y a los niños les encanta eso:  la magia que eso tiene".

El trazo y el color

Aunque dentro de su producción artística ha explorado distintas técnicas, en sus proyectos personales se inclina más por los dibujos en blanco y negro, cargados de tinta, con diseños que juegan entre una estética casi infantil y la abstracción. "En mi trabajo mi estilo es claro. Me gusta el dibujo de líneas más que los volúmenes, me gusta además que se note que es un dibujo, una animación tradicional". sostiene. En cuanto a las transiciones, en vez de elegir animaciones más fluidas, busca el 'traqueteo' entre dibujo y dibujo. "Me gusta que se note que no es cine. Que se evidencie la técnica en lo que ves".

TERRARIO from EL ESQUILME on Vimeo.

Así, en Terrario, su último proyecto personal y al que más tiempo le ha dedicado, Martín juega con imágenes oníricas y surrealistas, intercaladas con frases e ideas rescatadas de cuadernos antiguos, con loops animados que refieren más a emociones o a su imaginario personal. "Un terrario es un ambiente artificial de paredes transparentes donde puedes tener un animal. Y sentí que con este trabajo mostraba eso: que la gente pudiera ver los seres o distintos reptiles que tengo dentro".

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El taller de Animación Experimental en 2D comienza el 13 de junio, con clases hasta el 6 de julio, los martes y jueves de 6 pm. a 10 pm. Más información y el sílabo del curso aquí.

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