La accesibilidad, portabilidad, y las posibilidades de experimentación, han convertido al fotolibro en una obra de arte en sí misma. Este soporte fotográfico permite una mayor difusión y acceso a la obra del fotógrafo, quién a diferencia de una exposición en una galería, puede manejar con libertad las distintas posibilidades de diseño, impresión, y materiales.
“Siento que el fotolibro, a diferencia de una obra que se exhibe en una galería, no es efímero sino que permanece, es mas accesible, y tiene una cercanía mayor”, reflexiona la fotógrafa Ana Lía Orézzoli, profesora del curso próximo a iniciarse, Fotolibro de Autor. “El fotolibro va a tener una vida propia, dependiendo de quien lo tenga y una lectura distinta, dependiendo de el contexto en el cual es visto”, indica. El curso, que consta de ocho sesiones, explorará las posibilidades narrativas de este formato. “Para mí el fotolibro es el formato perfecto para la narrativa, ya que mientras el lector va pasando las páginas y viendo las imágenes, se generan otro tipo de conexiones”, afirma.
El curso busca proveer herramientas basadas en la experimentación manual, tanto a fotógrafos, como a personas que tengan una serie de fotografías que busquen plasmar en este formato. “La idea del curso no es trabajar con computadoras o herramientas digitales sino basarse en las posibilidades que nos ofrece la experimentación manual”, sostiene Ana Lía. En primer lugar, durante el mes de clases, los alumnos presentarán sus proyectos e ideas, recibiendo una crítica conjunta. Luego, Ana Lía hará un análisis de los principales referentes del formato, en donde se podrán estudiar las distintas formas para plasmar un fotolibro y como estas se relacionan con el discurso del fotógrafo. “Posteriormente, se experimentará con distintas formas de costura y encuadernado, hasta que cada alumno escoja la opción que transmita mejor sus imágenes, la idea es terminar con la maqueta de un libro”, explica la profesora. El curso está orientado en desarrollar las capacidades autorales de cada alumno, viendo como cada libro comienza a tener sentido de acuerdo a la personalidad de cada persona y proyecto.
Asimismo, el curso no está dedicado exclusivamente para fotógrafos profesionales, “no creo que necesites ser fotógrafo para venir al taller. Las imágenes que los alumnos traigan pueden ser fotografías encontradas, o de archivo, lo único indispensable es el interés por la narrativa visual, la imagen, y la necesidad de explorar”.
Actualmente el fotolibro es la opción ideal para muchos fotógrafos y artistas visuales. Desde hace unos años el número de colectivos de fotografía y editoriales que exploran la autogestión se ha incrementado considerablemente. Asimismo, la escena independiente ha visto en el fotolibro un soporte alterno de visibilización, nutriéndose cada vez más de espacios en donde se promueva y discuta esta opción. No obstante, según Ana Lía el objetivo actualmente también es “hacer que el fotolibro salga del mundo de la fotografía, incentivar a que la gente compre este formato tal como compra una novela o un libro de poesía, y que no solo sean fotógrafos comprándole a fotógrafos”, sostiene.
Después de cursar la carrera de comunicación en la Universidad de Lima, Ana Lía se dedico por ocho años al fotoperiodismo en distintos medios de la capital. “Luego de trabajar como reportera gráfica, fui editora fotográfica de diversos periódicos y revistas, ahí me di cuenta de mi interés por la producción editorial y la narración con imágenes”, sostiene. Poco después, y en busca de un cambio personal, ella partió a Florencia en donde en el 2016 obtuvo un Masters in Fine Arts, por Studio Arts College International. “Mi interés por el fotolibro nació durante esos estudios, cuando un profesor me mostró un trabajo del fotógrafo japonés Masao Yamamoto. Un bello pergamino de varios metros de largo en donde las imágenes aparecen casi como si fuera una película, con una delicadeza absoluta. Ese libro me brindó una intensa lucidez, y pude ver el alcance y las posibilidades de este formato”, explica.
A partir de esta experiencia, su producción artística se centró en explorar temas como la memoria, la idea de pertenencia a un lugar, y lo cotidiano. Sus fotografías han sido exhibidas en lugares como Le Murate PAC, Consiglio Regionale de la Toscana y el Museo de Historia Natural de Florencia. Actualmente se dedica plenamente a la docencia y a su producción artística. En el 2018 autopublicó su primer fotolibro A Kind of Longing.
El taller Fotolibro de autor se dictará del 09 de octubre al 08 de noviembre, los miércoles y viernes de 7 pm. a 9:30 pm. Para más información e inscripción ingresa aquí.
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