Catalina Kulczar : “El retrato es una conexión genuina y efímera con alguien"

Una sensibilidad especial pero sobretodo una empatía con el sujeto son elementos esenciales para lograr el retrato fotográfico ideal. Captar el momento preciso en donde la persona fotografiada se revele a sí misma, sin caretas, es la búsqueda de todo fotógrafo de retratos. Para llegar a esto, existe una serie de técnicas y criterios a tomar en cuenta, independientemente de los elementos técnicos y estéticos.

“Para conectar con la persona el trabajo de preproducción es muy importante. Se trata de investigar al sujeto, viendo sus fotografías, videos, y estudiando su lenguaje corporal, con eso logro que al momento de llegar a la sesión el 90% de la tarea esté hecha”, explica Catalina Kulczar fotógrafa húngaro-venezolana-estadounidense especializada en retratos.

Ella llegará a mediados de enero al Centro de la Imagen para ofrecer dos cursos sobre este género: Retrato: efectos con artefactos caseros y Retrato de 0 a 3 luces. 

“Mi metodología es empírica, busco que el alumno aprenda haciendo y cometiendo errores. Comenzaré con una presentación en donde demostraré cómo se logra un retrato óptimo, empleando luz natural y luces de estudio. Después de eso, dejaré que ellos practiquen cada forma de retrato mientras los guío y les doy feedback a lo largo del proceso”, indica Catalina sobre su método de enseñanza.

En un curso se buscará crear retratos en un estudio de fotografía con los equipos tradicionales de iluminación. Mientras que en el otro predominará la experimentación al utilizar en la toma fotográfica objetos obtenidos en tiendas de arte, ferreterías, y hasta jugueterías. “Evolucionar como fotógrafa es un proceso constante, actualmente he regresado a la fotografía analógica, y estoy experimentando al incorporar objetos físicos frente al lente”.

“Los cursos que impartiré son para cualquier persona que quiera mejorar sus habilidades al momento de retratar” sostiene la profesora. “Es para todos aquellos que tal vez no tienen acceso a los equipos fotográficos de un estudio pero quieran aprender como utilizar y posicionar las luces en un ambiente profesional”.

Proyectos con contenido social

El trabajo de Catalina Kulczar está orientado a proyectos con una fibra social marcada y actualmente explora a través de sus retratos el papel de la mujer en la sociedad actual. Además, Catalina es conocida también por retratar a personalidades de la música, el diseño, y las artes. “La curiosidad por la historias de las personas retratadas siempre ha sido mi móvil. No quiero solo fotografiarlas, sino saber quiénes son y así poder transmitir sus historias”, indica. “Actualmente hago series que involucran el papel de la mujer en la tecnología, en la música, y en trabajos contemporáneos donde siempre ha predominado lo masculino”.

“Quinceañeras” fue uno de los primeros trabajos en involucrar esa temática. Ahí, ella retrató a diferentes chicas de 15 años residentes en un orfanato de Quito. “Es una serie muy importante para mí, las imágenes muestran el contraste entre la belleza de sus atuendos, su lenguaje corporal, las imperfecciones de la locación, y la historia detrás de ellas”, sostiene Catalina.

Recientemente, ella culminó una serie de 50 retratos a parejas homosexuales logrados a lo largo de 7 años. Para “Let Love Reign” viajó por todo Estados Unidos buscando convertir sus imágenes en símbolos contra la discriminación en un contexto social adverso.

“Me afectó profundamente el hecho de que Donald Trump sea presidente, eso incentivó a que explorara estas temáticas sociales en una situación crítica en el mundo. El movimiento "Me Too” también me transmitió mucho, todo eso me ha llevado desde el 2016 enfocarme aún más en lo que significa ser mujer actualmente. Eso me impacta bastante y quiero devolver ese impacto en mis retratos”, sostiene Kulczar.

Retribuir con la enseñanza

Si bien Catalia Kulczar estudió administración en la universidad, la pasión por la fotografía estaba presente en su entorno familiar a lo largo de su crecimiento. “Mi padre era fotógrafo, desde niña estuve empapada de las fotos que hacía él, de sus álbumes. Cuando me gradué de la universidad en administración, él me regaló su equipo, una cámara Minolta X-700 y ocho lentes”, comenta Catalina sobre sus inicios en la fotografía. “Entonces fue un paso lógico el hecho de tomar la cámara y tratar de documentar mi entorno. Tuve un trabajo como productora audiovisual durante cinco años, y paralelamente hacia trabajos fotográficos para medios o clientes privados, en fotografía gastronómica, de bodas, y retratos. Hace 10 años, junto a mi pareja, decidí mudarme a Brooklyn para dedicarme a tiempo completo a la fotografía”.

Su paso a la docencia ocurrió poco tiempo después, cuando decidió compartir sus conocimientos en retrato ofreciendo un curso en diversos países tales como Ecuador y México. “A lo largo de mi carrera fotográfica he tenido guías que me han hecho crecer en esta profesión. Ya llegué al punto de sentir que eso lo debo retribuir”, comenta Kulczar. “Di un taller de iluminación para retratos en Quito, y posteriormente hice un taller online para la plataforma internacional de aprendizaje Domestika. Allí me filmaron durante cuatro días en un curso llamado Retratando Creativos, que sigue el proceso desde la preproducción de la sesión de fotos hasta la entrega final del material al cliente”.

Experimentación visual con la música

De manera paralela a sus proyectos que parten del activismo, Catalina orienta su labor a la fotografía de personalidades de la música tales como David Byrne (Talking Heads) o Saint Vincent. “Yo he trabajado en producción durante años, hacía todo menos tocar la cámara. Hasta que en el 2009 me mudé a Nueva York y tuve la oportunidad de ser directora de fotografía para un documental en donde conocí a David Byrne. Entablamos una amistad y comencé a fotografiar para él en varios de sus proyectos”, explica Kulczar.

Además de ofrecer su trabajo a músicos, ella se dedica a retratar un amplio espectro de personalidades del cine, el diseño, la danza, y el periodismo. Asimismo, trabaja independientemente para distintas marcas comerciales.

“El reto para mí es llegar a fotografiar el alma del retratado. Ese efímero momento donde creas una conexión genuina con alguien, ese es el retrato”, culmina Catalina.