La Sala de Arte Moderno de Larcomar, SAM, abre sus puertas a los alumnos del Centro de la Imagen para presentar la exposición final de los egresados del Programa Anual de Fotografía. Con un equilibrio entre fotografía de autor y comercial, la muestra, que estará hasta el 27 de septiembre, reúne los trabajos de cerca de 40 alumnos de la promoción 2019.
“Después de cursar los siete cursos modulares del programa, los alumnos logran un portafolio conformado por varios trabajos”, explica Solange Adum, la curadora de la muestra y Coordinadora de Educación Continúa del Programa Anual. “La evaluación final es la elaboración de un proyecto. Donde ellos tienen que utilizar las técnicas que se han aprendido a lo largo del curso, para sustentar una idea o un concepto. Como curadora, yo los guío para que el trabajo sea apto para exponer en una galería”, detalla Adum.
Para ello los alumnos llevan un último curso dedicado a la construcción de un portafolio tomando en cuenta su estilo y orientación estética. “Muchos alumnos después de terminar sus proyectos no saben como presentar un portafolio, es por eso que el último curso está dedicado a la formación de un CV fotográfico, ellos deciden si quieren hacer uno comercial o de autor”.
Desde el 2003, tres años después de inaugurado el Centro de la Imagen, el Programa Anual de Fotografía se enfoca tanto en el aspecto técnico como conceptual de la materia. “El programa anual abre dos veces al año, una entrada es en enero y la otra es en agosto. En cada entrada hay cuatro grupos que se reparten por horarios, dos veces a la semana en la mañana o en las noches, o los sábados jornada completa. Son clases de máximo 15 personas, por lo que es bastante personalizado”, detalla Adum, encargada del Programa.
Según ella, normalmente los alumnos del Programa Anual se separan en 4 grupos: están aquellos que ya tienen una profesión o actividad profesional previa, se encuentran quiénes están llevando otras carreras afines como diseño gráfico, arquitectura, comunicaciones, diseño de modas, o periodismo. También hay personas de entre 40 o 50 años que por diversos motivos siempre quisieron estudiar fotografía pero no lo consideraban viable.
Respecto a la temática de los trabajos, estos suelen orientarse por las vertientes de lo comercial y la fotografía de autor. Dentro de este último grupo hay dos rubros, “están los que son bastante personales, quiénes hacen autorretratos o utilizan metáforas para autorrepresentarse. Por otro lado están los que hacen fotografía documental, son los que buscan conocer otras realidades por medio de la cámara fotográfica. Luego, como fotografía comercial predomina la orientada a productos, retratos, y paisajes o viajes”, comenta Adum.
Se encuentran por ejemplo, los retratos en blanco y negro a personas sin hogar hechos por Rubén Córdova. “El proyecto de Rubén comenzó cuando descubrió que un ex compañero suyo del ejército era indigente. Él hizo servicio militar durante la guerra contra el terrorismo en Ayacucho y presenció muchas situaciones extremas. Sus proyectos son fuertes y perturbadores, enfocados en analizar la psiquis humana”, comenta la curadora.
Está el trabajo de Daniela Curvelo, que habla sobre el empoderamiento femenino a partir de una metáfora sobre la menstruación y la relación de esta con la naturaleza, especialmente la luna. Por su parte están las fotografías de Flor Núñez, quien a través del collage de imágenes de archivo explora su crecimiento y la relación con su familia.
Por su parte “el proyecto de Jesús Zeballos se basa en como él percibe la realidad. Utilizando imágenes desenfocadas, el trabajo busca generar empatía y que la gente conecte con las diferentes formas de ver y de vivir”.
La muestra se puede visitar de manera gratuita en SAM, la sala de arte de Larcomar, hasta el 27 de septiembre. Más información sobre el Programa Anual de Fotografía aquí.
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